El relato de Moisés en Éxodo 4 nos presenta un momento crucial en la historia de la salvación, donde Dios llama a Moisés para liberar a su pueblo de la opresión en Egipto. Este pasaje no solo narra el llamado de Moisés, sino que también revela la profunda relación entre Dios y su siervo, así como la resistencia humana ante la misión divina.
- La duda de Moisés: Desde el inicio, Moisés expresa su incredulidad y temor ante la tarea que se le encomienda. Su pregunta, "¿Y qué hago si no me creen?", refleja la lucha interna de muchos creyentes que se sienten inadecuados para cumplir con la voluntad de Dios. Sin embargo, Dios responde con una serie de signos milagrosos que no solo validan su llamado, sino que también muestran que Dios está presente y activo en la historia.
- Las señales de Dios: La transformación de la vara en serpiente y la sanación de la mano de Moisés son actos que demuestran el poder de Dios. Estas señales no son meros trucos, sino manifestaciones de la autoridad divina que acompañará a Moisés en su misión. Dios le recuerda que Él es el que da la voz y la vista, lo que subraya que nuestras limitaciones no son un obstáculo para su propósito.
- La resistencia de Moisés: A pesar de las evidencias, Moisés sigue dudando y pide que se envíe a otra persona. Este momento es significativo, ya que revela la humanidad de Moisés y su temor al rechazo. La ira de Dios ante esta resistencia no es un castigo, sino una llamada a la responsabilidad y a la acción. Dios provee a Aarón como portavoz, mostrando que en la misión divina no estamos solos; siempre hay apoyo y comunidad.
- El regreso a Egipto: La decisión de Moisés de regresar a Egipto, tras recibir la confirmación de Dios, es un acto de obediencia que resuena con la esperanza de liberación. La advertencia sobre la terquedad del faraón y la dura realidad que enfrentará Moisés no deben desanimarlo, sino recordarle que el camino de la fe a menudo implica desafíos y sufrimiento.
- La circuncisión y el "esposo de sangre": Este pasaje, aunque extraño, destaca la importancia de la obediencia a los pactos de Dios. La intervención de Séfora al circuncidar a su hijo es un recordatorio de que la fidelidad a Dios es fundamental para la misión. La expresión "esposo de sangre" resalta la conexión entre la identidad de Moisés y su llamado divino, subrayando que la obediencia es parte integral de su vida y misión.
- La fe del pueblo: El encuentro de Moisés y Aarón, y la respuesta del pueblo israelita, que se inclina y adora a Dios, es un poderoso recordatorio de que el ocuparse de la opresión es un acto de fe. Dios no solo se preocupa por el sufrimiento de su pueblo en el pasado, sino que sigue estando presente en las luchas actuales. Este principio es vital para nosotros hoy: Dios sigue viendo y actuando en medio de la opresión y el sufrimiento.
En conclusión, el relato de Moisés en Éxodo 4 es un llamado a la y a la en Dios, quien se ocupa de su pueblo y lo llama a actuar. Nos invita a reconocer nuestras dudas y limitaciones, pero también a recordar que Dios es el que capacita y envía. La historia de Moisés es un testimonio de que, a pesar de nuestras luchas, Dios está siempre presente, listo para guiarnos en nuestra misión de liberar y servir a los demás.